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El curtido de la
piel ha conseguido que un tejido vivo se estabilice de una forma segura y
definitiva y no avance su proceso natural de corrupción. Con las técnicas de
curtición hemos conseguido preservar y mejorar las características de la piel
como un tejido confeccionable de gran calidad y belleza. Con las técnicas de
recurtición y acabado conseguimos que la piel confeccionable tenga una
versatilidad casi ilimitada. Las nuevas tecnologías de los curtidores consiguen
que la piel esté en la vanguardia de los nuevos tejidos que cada día son
demandados para una nueva vestimenta.
Otro campo importante en el que se aplican las técnicas de
acabado es menos percibido directamente por el consumidor, aunque sí incide y
mucho en el consumo de la piel. Nos referimos a lo que más concretamente se
llaman pre-acabados. No persiguen efectos de moda pero sí hacen posible que
determinadas pieles sean materia prima adecuada para el consumo, incluso consumo
en forma de productos de moda. No toda la piel disponible como materia prima
tiene calidad suficiente que la haga apta para la curtición y acabado final; no
toda piel de vacuno en bruto es apta, por ejemplo, para
conseguir una napa pura anilina de primerísima calidad; esto lo comprende
cualquier consumidor. Es decir, hay calidades de piel muy variadas y las mejores
son, obviamente, las más caras. Aprovechar solamente la piel en bruto de máxima
calidad haría que los precios finales al consumo fueran inalcanzables para la
mayoría. Si además tenemos en cuenta que la demanda de piel se amplía
constantemente en sectores tradicionales y, más aún, nuevos campos de confección
y tapicería demandan piel (por ejemplo en el sector del automóvil y en la ropa
técnica), nos encontramos que descartar la piel en bruto que no sea de primera
calidad supone una pérdida notable de recursos en materia prima, supone encarecer los
precios y tal vez desabastecer la industria peletera y de las tenerías. Aquí es
donde las nuevas técnicas de acabado y pre-acabado de la piel han conseguido
recuperar para la industria una amplia gama de pieles y calidades de pieles que
antes no eran susceptibles de acceder a la industria de la curtición.
Paso a paso, a
continuación intentamos aclarar todo lo concerniente a los acabados de la piel
y, después, veremos una exposición pormenorizada de los distintos acabados que se
producen en las factoría peleteras actualmente.
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El término acabado se utiliza en la industria del cuero para describir un
amplio conjunto de procesos y operaciones, posteriores a la curtición, que mejoran las propiedades y la apariencia de la piel y
que finalmente la convierten en el material exquisito.
Es el tratamiento químico y mecánico final de la piel, antes de utilizarla para fabricar productos
de moda y consumo (zapatos, bolsos, carteras, ropa, etc.)
De otra forma, atendiendo a la acción física sobre la piel, el acabado consiste en
la aplicación sobre la flor de la piel de una o más capas de productos de acabado.
Excepcionalmente hay algunos acabados que se aplican por el lado carne, sobre
todo en peletería.
El tacto natural que se le supone a un curtido "no acabado" es el
ideal y más deseado; pero no se obtiene de forma espontánea y se consigue aproximarse a él
con acabados más o menos complejos, aplicándose una capa
ligera y dándole algo de protección; pero, a la vez, aumentando
el tacto natural de su superficie externa.
En las pieles anilinas (teñidas
únicamente con colorantes solubles), su color depende del substrato
teñido, pero un acabado de caseína o resina mejora su solidez
al agua y a las manchas producidas por ésta, con un efecto mínimo
a su tacto. Estos acabados pueden correr el riesgo de eliminarse durante
el lavado en seco y, en este caso, deberán ser reemplazados por
personas expertas.
El pigmentado completo cubre bien
las pequeñas imperfecciones de la flor y le da gran resistencia al
agua y a manchas, y facilita el emparejamiento de las piezas. Debe, además,
ser resistente al frote seco y húmedo y a la rotura a temperaturas
normales o bajas (determinada con la prueba de la rotura en frío).
El tacto es menos natural, pero con adecuadas modificaciones del mismo
se obtienen resultados muy correctos, con una considerable mejora en su
comportamiento.
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- la protege frente a daños de agua, tierra y la acción mecánica
en general
- mejora de sus propiedades físicas, tales como solidez a la luz y
su resistencia al frote
- nivelación de zonas y fallos de flor
- aplicar una capa de flor artificial a cueros
divididos
- igualar otras correcciones efectuadas sobre flor
- modificación de las propiedades superficiales (matiz, brillo,
tacto, etc.)
- para obtener efectos de moda, de los que existen
una amplia gama en el mercado
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